domingo, 20 de diciembre de 2015

Las fauces del león, 2da parte

  Trato de escribir sobre Javier, y encuentro muy difícil poder precisar los tiempos. No recuerdo cuánto tiempo vivió con nosotros. Eso me hace pensar que habrá sido poco. Le preguntaría a mi familia pero el tema de Javier es algo que no se habla, para nada. Nos duele a todos, supongo. La única mención posterior se dio hace unos años, cuando mi vieja, a solas y en voz baja, me comentó "Javier volvió al barrio, ¿sabías?". Le contesté que no y ya olvidé qué me dijo después. No sé si me comentó que vivía con una mina, o si es algo que estoy inventando ahora. Me cuesta mucho recordar, me cuesta mucho escribir. No sé bien por qué lo hago, a quién trato de contárselo. No sé a quiénes se lo he contado cara a cara. Sólo a una persona, me temo. Pero trato de reconstruir, y no sé por dónde empezar. Intento esto:

  Javier se meaba en la cama, prácticamente todas las noches. Gritaba en medio de sus pesadillas, también, usando palabras que no existían, y sólo ahora puedo intentar describirlo como "hablando en lenguas". Yo me cagaba en las patas cuando lo escuchaba. Todas las noches me iba a acostar con miedo, sin saber bien miedo a qué. Miedo a su miedo, quizás, si quisiera creerme buen tipo. Y así, a unos días de que Javier comenzara a vivir en mi casa, toda nuestra relación había cambiado. Antes era ese amigo que venía a jugar a mi patio, sin saber muy bien por qué. Ahora era un pibe torturado que dormía en la habitación siguiente a la mía, un pibe al que seguro le habían hecho muchísimo daño. Ya no podía tratarlo igual, no sabía cómo tratarlo. Todo en él me parecía frágil: su aguda vocecita, su terror nocturno del que no sabíamos cómo hablar, su actitud de sumisión constante. Sus ojos claros.

  Me detengo. ¿Tenía ojos claros? Lo evoco en mi cabeza con ojos claros, pero debe ser una de las trampas de mi memoria. Lo recuerdo frágil, y lo armo acorde a eso: los ojos claros son, en mi aparato simbólico, un indicio de vulnerabilidad. Por eso desconfío. 
  También desconfío de mi capacidad para observar esos detalles. Tengo muy presente un momento vergonzoso pero edificante, de otra etapa de mi vida. Chateando, una hermosísima mujer con la cual ya había salido un par de veces, me convenció de que no tenía ojos claros, cuando en realidad ese era uno de sus rasgos más llamativos. Pasado el chiste, creo que se entristeció pensando que yo no la registraba, o que no le prestaba atención. Y algo parecido me pasó en otra ocasión, con otra hermosa mujer, cuando después de años de amistad tuve que parar una conversación para mirarla bien de cerca y constatar que sí, que tenía ojos claros y que uno era más claro que el otro, pero me estoy corriendo definitivamente del eje de lo que quería contar. Tengo que volver a Javier, hay algo ahí que quiero contarme, y no sé qué es. Y estoy solo en esto. Como dije al principio, en mi familia no hablamos de Javier. No tengo a quién preguntarle si tenía ojos claros o no.

2 comentarios:

  1. En mi aparato simbólico los ojos claros están lejos de representar la vulnerabilidad. Siempre consideré que las personas de ojos claros los portan con mucho orgullo, como un rasgo que los hace distintos. Quizás es la envidia hablando por mí, pero así se me antojó siempre. Uno puede ser bastante poco agraciado pero si fue bendecido con unos exóticos ojos claros, suma puntos. La vulnerabilidad se la tiendo a conceder a los de ojos oscuros que no tenemos esa carta para jugar. En fin, me gustó mucho el ultimo posteo pero para ése no se me ocurre que tontera comentar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es mucho más fácil encontrar respuestas para las simbologías ajenas que para las propias. Hay dos posibilidades. En realidad hay más de mil, pero hay dos que son las más fuertes.

      1) The grass is always greener on the other side; o

      2) Lo que es más o menos lo mismo, la visión eurocentrista que nos legaron nos dice que lo que viene de allá es lo bueno. Olvidé que en mi aparato simbólico los ojos claros son también los ojos de los conquistadores (http://cariciasplastificadas.blogspot.com.ar/2013/11/ojos-azules_12.html).

      Eliminar