jueves, 2 de febrero de 2012

Fantasmas

  - Disculpame... ¿Vos sos Ernesto Franchín?
  - Sí... ¿nos conocemos?
  - No, no. Bah, en realidad, yo creo que te conozco. Es la primera vez que te veo pero... No, además, no te conozco. No. No, no nos conocemos. ¿Me puedo sentar? Gracias.
  - Em, sí. Siéntese. ¿Su nombre es...?
  - No importa. Mirá, voy a intentar ser directo, y robarte poco tiempo. Vos a los 16 años causaste una gran impresión en una chica, ni siquiera sé si la recordás. Lorena. ¿Te suena? Morocha, muy bonita, Lorena Solano.
  - Ssssí... Lorena. Fuimos compañeros en la secundaria, sí. Bonita chica... ¿Está bien? ¿Le pasó algo?
  - No, ella está bien. Y tampoco vengo a reprocharte nada que le hayas hecho o dejado de hacer. No es de mi incumbenc--
  - Momento, señor. No sé quién es ni qué le hace creer que puede venir a--
  - Te estoy diciendo que no me importa nada, dejá de atajarte.
  - No, me parece una falta de respeto. Vuelvo a preguntarle, ¿quién es usted?
  - Digamos que soy el tipo que está con ella. O que estaba. Ella no lo sabe, pero me parece que acabo de dejarla. De eso se trata esta charla. Necesito que vuelvas a su vida. ¿Hace cuánto que no se ven?
  - ¿Qué?
  - Hace cuánto que no se ven.
  - ...
  - Dejá de actuar tanta indignación, por favor. Bueno, está bien. Vos escuchame. Mirame y escuchame, dejá de ojearlo al mozo, no te voy a hacer nada, sacate ese miedo estúpido de la cara y escuchame. Esta piba no te olvidó, por alguna razón te idealizó. Sí, le dije "piba", y nosotros hace tiempo que no somos pibes, pero ella se quedó ahí, o andá a saber dónde, quizás antes. Y vos sos como un ancla. O eso ella cree. Porque, y perdón por la sinceridad, pero no sos la gran cosa. Ahí está, la cara de desprecio te queda mejor, además de que es más acertada. No, no, no amagués a levantarte, quedate y escuchá. Escuchá porque es interesante. La boluda esta persigue fantasmas, quizás todos lo hagamos. Yo fui uno de esos fantasmas, una persona en la que ella no podía dejar de pensar. Una piedra, un obstáculo en su vida. No podía estar con otros tipos, porque quería estar conmigo.
  - Tampoco sos la gran cosa.
  - Y vos sos muy obvio. Pero por lo menos ya me estás tuteando, algo es algo. Claro, yo soy un desastre, ni de cerca soy lo que ella esperaba. Aunque mi impresión es que ella no deseaba más que esto, esta cosa imposible, un desastre de persona, como seguramente podés apreciar. Pero me consiguió, me convenció. Y acá estamos. Vos sos el próximo fantasma. No me preguntes cómo lo sé, no tengo ganas de alimentar tu ego. De hecho, si no fuera una emergencia, me ahorraría el tener que pedirte algo. Porque sos seguramente tan imbécil, y esto lo digo con todo respeto, que debés estar pensando que hay una mina que quiere estar con vos, después de tantos años, una mina qu-- ¿Te tengo que pedir disculpas? Dale, sentate. Te la hago corta, son cinco minutos. ¿Está bien?
  - ...
  - Bueno. Volvamos al tema de los fantasmas. Vos también sos un fantasma. Y estás casado, y no tenés interés, espero, por una mina problemática como Lorena, y lo bien que hacés. Pero yo tengo muchísimo interés, y más que nada por resolverle ese jueguito de los espectros que no la dejan relacionarse con tipos. Entonces: te pago dos lucas por mes. Dos lucas por mes, para que la empieces a ver, una vez por semana. Decile que dejaste a tu mujer, no me importa.
  - Estás loco. Es una locura.
  - Pará, pará. Vos escuchame. La empezás a ver, te la llevás a un hotel. No va a aguantar más de un par de meses. Y ahí va a aparecer otro fantasma, siempre es así. Vamos apareciendo, pero siempre para atrás, ¿entendés? Somos fantasmas de su pasado. Y no hay tipos en su vida antes que vos, la conozco bien. Sólo queda el hermano. Y ahí vemos qué pasa. Porque al hermano lo tiene a mano, ¿entendés? A vos te tuve que venir a buscar, pero en cuanto vea que quiere estar con el hermano, cuando empiece a sentir que siempre quiso estar con el hermano... Va a ser buenísimo.
  - Yo lo conozco al hermano. Sos un imbécil. Y un loco peligroso.
  - Todo lo que quieras. Pero, desgraciadamente para todos nosotros, siempre tengo razón. Así que escuchame. Dos lucas por mes. Por cogerte a una mina que está buena. Ni vos sos tan boludo como para decir que no. Aparte, te digo que ni bien te agarre... Mamita. No lo vas a poder creer. Pero dura poco, ese es el tema. Con nosotros, por lo menos. Capaz que con el hermano dura más. ¿Pero se animará?
  - ¿Estás hablando en serio? ¿Viniste hasta acá para pedirme que salga con tu novia?
  - No es mi novia.
  - ¿Y querés que se coja al hermano?
  - ...
  - Sos un enfermo.
  - No hace falta que te indignes y que te vayas. Conmigo no tenés que actuar. En fin... Llevate el teléfono, tomá. Pensá que la piba está mal y que yo estoy jodiéndole la vida. Llamala para ayudarla, aunque sea.
  - Una mierda. Eso es lo que sos.
  - Blablablá. Hacé la tuya.
  - Imbécil.
  - Chau. Saludos a la familia.
  - ...



  - La vas a llamar. La vas a llamar. Es una mierda, pero siempre tengo razón.

4 comentarios:

  1. Muy bueno, me sentí identificada con ella, y ahora me siento ridícula de sentirme identificada y admitirlo. Aunque es un tanto macabro, me vendría bien alguien que me resuelva "ese jueguito de los espectros", pero no tengo un hermano en quien recaer, así que tendrías que improvisar...

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  2. Vos no sufrís de Fantasmitis, ¿no? decíme que no... sería muy duro para vos al no tener hermanas.
    Siempre hay uno de los personajes de tus historias que tiene tu cara, el percibir eso me hace leer con voracidad. A la primera lectura generalmente entiendo solo la mitad, tal es la velocidad de mi paneo. A la tercera vez encuentro algo que no cuadra con tu personalidad y me convenzo de que el otro personaje no es tu alter ego. Acá está clarísimo que jamás dirías "Saludos a la familia"... pero eso de cogerse al hermano y la autocompasión por pensar en joderle la vida al otro y representar una carga es decididamente tuyo... mmm... no me decido. Y como no me decido te comento que el título me remontó al libro de Trilogía de NY. Me olvidé de mencionarte que mientras lo leía me dió la impresión de que los títulos estaban "desacomodados" y me llevé una grata sorpresa al descubrir que otra persona había pensado lo mismo. Por ejemplo, al primero, en mi opinión, le sienta mejor el título "La habitación cerrada", al segundo "Ciudad de Cristal" (no sé muy bien por qué, es el más difícil de asignar) y al último "Fantasmas" porque viste que el sujeto que atormentaba al protagonista era justamente como un fantasma, ausente en su vida (o al menos la mayor parte de ella) pero de alguna manera impregándolo todo con su recuerdo y acechándolo en todo momento.
    Bah, no sé... quizás así como están los títulos tienen más sentido, pero recordé al leer esto que esto se me había venido a la cabeza.

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  3. Si de tres personajes que propuse, dos sonaron reales, como espejos de los tres o cuatro gatos locos que pasamos por acá, entonces me puedo sentir realizado.

    Aunque también triste. Como para variar, ¿vio?

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  4. Yo quiero ser el cuarto gato loco. Este va para el concurso de Subtevía El primer amor.

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