sábado, 20 de abril de 2013

Volvé


  Te extraño. Te extraño y te necesito, no tengo otra manera de decirlo. Entiendo que no vas a volver, que te fuiste por decisión propia, que ya no podías estar conmigo. Que yo no te aportaba nada, que te aburrí, que mi resignación constante te alejó. Pero aún así, aún sabiendo que esta soledad que tanto me duele fue decisión tuya, aún odiándote para no llorar, te extraño.
  Todo es peor desde que no estás. La vida perdió el color, el sabor, el aroma. Y salgo con chicas, pero no es lo mismo. Ni a palos. Ya no es lo mismo. Cuando estaba con vos disfrutaba absolutamente todo, suelto y feliz. Ahora soy un manojo de nervios, una máquina que escupe estupideces, una sombra del que fui cuando estabas a mi lado.
  Todavía recuerdo cómo nos miraban por la calle cuando nos veían pasar. Vos quizás no lo veías, pero las minas... cómo me miraban las minas cuando estabas conmigo. ¡Y los tipos! La envidia ajena nunca tuvo tan buen sabor...
  Es por eso que te lo digo. Porque sé que estás leyendo, sé que, por alguna razón, todavía leés lo que escribo, todavía te interesa lo que me pasa, aunque para vos sólo sea una curiosidad. Ya no me importa el orgullo, ni el rechazo, ni nada. Te extraño. Te necesito conmigo, si mi vida ha de ser plena alguna vez. Volvé.
  Volvé, Ale confiado. Volvé, Ale que se creía lindo. El Ale sin autoestima es un pelotazo.

(juajuá! qué plato. y así me despido hasta que termine la feria del libro, cada año más linda por el hecho de tenerme ahí, siempre firme, como el soldado de la corpo que soy. volveré.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario